24 Jun 2019
Feliz Décimo Aniversario, GEOPLAT, por Javier F. Urchueguía
Javier F. Urchueguía
Catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia. Instituto de Tecnologías Avanzadas de las Comunicaciones (ITACA)
Coordinador del Grupo de Trabajo de Formación. Miembro del Grupo Rector de GEOPLAT
En estas fechas nos congratulamos del décimo aniversario de la nuestra plataforma GEOPLAT, que ha conseguido aglutinar a buena parte del sector interesado en el desarrollo de la energía geotérmica en España. Muchas son los logros de los que debemos estar orgullosos y que hubiesen sido difícilmente pensables sin el concurso de GEOPLAT. Podemos decir que se ha desarrollado un sector geotérmico incipiente, con nuevas instalaciones año a año – fundamentalmente en geotermia somera – con indudable calidad y que en el aspecto tecnológico son perfectamente equiparables a instalaciones existentes en otros países. La investigación de geotermia en España ha ganado peso y muchas empresas y Universidades participan en programas europeos y Nacionales. Se han establecido marcos formativos gracias a la colaboración con el programa europeo GEOTRAINET permitiendo formar a gran número de técnicos. Incluso se ha conseguido, con el consenso de un gran número de agentes del sector, desarrollar una norma UNE propia que tiene que servir de base para garantizar la calidad de las futuras instalaciones. Podríamos citar muchos más ejemplos que ilustran cómo GEOPLAT ha resultado vital para asegurar el desarrollo un sector tan emergente como es la geotermia.
Sin embargo, los retos pendientes son, si cabe, aún más ambiciosos, ya que por muchas razones no podemos estar satisfechos con el statu quo del sector geotérmico. En Europa vemos cómo en algunos países (como Holanda, Alemania, Suiza o Suecia) se está apostando por un desarrollo mucho más ambicioso de su potencial geotérmico como uno de los ejes para impulsar la necesaria Transición Energética. Si nos comparamos con ellos, es obvio que aquí queda mucho por hacer.
La geotermia profunda sigue sin despegar en nuestro país y el sector espera con anhelo la construcción de alguna planta, tanto en generación eléctrica como en uso directo, que sirva para visibilizar el potencial de esta gran fuente de energía. En este sentido echamos en falta un apoyo más valiente y decidido por parte de Administraciones y agentes locales. En política energética relativa a la Edificación tampoco se está haciendo lo necesario: la trasposición de directivas europeas que son clave para el futuro energético de nuestra Nación se alarga demasiado y ello afecta muy particularmente al sector renovable térmico, que constituye casi la mitad de la demanda energética.
Cuando hablamos de horizontes a 2050, es importante entender que las decisiones clave han de tomarse mucho antes; nuestra ventana de oportunidad es estrecha, ya que las instalaciones e infraestructuras tienen ciclos de vida de 20 o 25 años. Es por tanto fundamental alinearnos en cuanto ambición y horizonte con todo el resto de Europa donde la geotermia está ganando mayor protagonismo y por ello reclamamos con decisión un mayor apoyo y visibilizarían de la energía geotérmica, mayor asunción de riesgos para acelerar nuestras curvas de aprendizaje y un apoyo más comprometido a proyectos de demostración importantes que sirvan como catalizadores de desarrollo para la energía geotérmica eléctrica y de uso directo.
Descarbonizar nuestro futuro y el de nuestros hijos, exige una mirada valiente a un futuro más geotérmico y sostenible.