12 Sep 2024
Mario Draghi destaca la necesidad de mayor inversión en I+D en su informe sobre el futuro de la competitividad europea
En su informe sobre el futuro de la competitividad de la Unión Europea (‘The Future of European Competitiveness‘), Mario Draghi ha presentado recomendaciones para recobrar el impulso económico y avanzar en la descarbonización necesaria ante el cambio climático.
El ex presidente del Banco Central Europeo destaca oportuno repensar la investigación y el desarrollo europeo. Para Draghi la inversión europea ha estado focalizada en tecnologías maduras y en sectores con tasas de crecimiento de la productividad que se encuentran en desaceleración. Por otro lado, menciona que hacen falta más instituciones académicas de excelencia en I+D. También recoge que los Estados miembros deben aumentar su gasto en investigación y desarrollo (I+D) en sectores punteros, como ocurre en EE UU, donde la gran mayoría de la inversión en I+D se lleva a cabo a nivel federal y en la Unión Europea solo una décima parte.
Como solución, Draghi apuesta por reformar el programa marco de la Unión Europea para I+D+i en cuanto a enfoque, gobernanza y capacidad financiera, definiendo las áreas, reduciendo la burocracia e invirtiendo más en la la innovación disruptiva. Asimismo, propone crear la Unión de Investigación e Innovación, para una mejor coordinación entre Estados, y la consolidación de instituciones académicas que estén a la vanguardia y estén bien financiadas. Además, encuentra imprescindible minimizar las barreras burocráticas a la gestión de los derechos de propiedad intelectual y sus costes, que podría resolverse adoptando una patente unitaria en todos los Estados.
El documento a su vez visibiliza que la competitividad de Europa ha estado estancada, en parte por la creciente influencia de Estados Unidos y China, con una productividad en declive y una industria que enfrenta dificultades para adaptarse a las grandes transformaciones del siglo, como son la revolución tecnológica y el cambio climático.
El informe recoge cuestiones cruciales para el futuro de la competitividad de la Unión Europea, como es transformar el sector energético europeo, por la elevada dependencia de energía del exterior, la fiscalidad excesiva y los ambiciosos objetivos de descarbonización. Para ello, apuntala a las energías renovables como claves para explotar el potencial europeo y plantea dotar de créditos fiscales a la industria por la adopción de soluciones energéticas limpias.
Otra de las propuestas de Draghi es la creación de una «Unión de la Energía» y sugiere un «plan conjunto de descarbonización y competitividad«, que integre todas las políticas energéticas de los Estados miembros y esté alineado con los objetivos climáticos para lograr una descarbonización efectiva de manera coordinada y que permita a Europa mantener la competitividad de su industria mientras lucha contra el cambio climático.
También manifiesta la importancia de desarrollar un plan de acción industrial para escalar posiciones a nivel mundial. Draghi considera que es necesario mayor apoyo público al sector privado y una nueva política industrial que esté en coordinación con la de competencia y comercial en una estrategia conjunta.