12 Sep 2024
Éstas son las regiones termales europeas que se beneficiarán del proyecto ThermEcoWat
Los sistemas de observación climática clasificaron los años 2020, 2022, 2019, 2015 e 2014 como los cinco más calurosos de las últimas cuatro décadas en Europa, con 2022 en cabeza como el año más caluroso desde 1950. A pesar de esta realidad ineludible, los datos sobre la calidad de las aguas subterráneas, la vulnerabilidad al cambio climático y los movimientos migratorios y la capacidad de adaptación de los territorios son heterogéneos, lo que contribuye a agravar la brecha económica. De hecho, no existen datos que evalúen el impacto del cambio climático, ni método de estrategia de adaptación para anticipar sus consecuencias socioeconómicas.
Por eso, el proyecto ThermEcoWat se centra en la recuperación y la resiliencia del frágil ecosistema de las fuentes termales, cuyo aprovechamiento es fundamental para la economía de muchas regiones en Europa. Este patrimonio natural debe ser preservado, anticipando las futuras tensiones en pequeñas comunidades, donde las dificultades de la economía agrícola, debidas al clima, pueden ser amortiguadas por la industria del turismo sostenible y por las energías verdes.
El proyecto tiene como objetivo producir acciones transversales entre científicos, autoridades públicas y actores económicos, con el fin de proporcionar herramientas de gobernanza colaborativa para una mejor coordinación en el uso de fuentes termales, estimulando la valorización de los recursos endógenos.
Estas son las regiones termales europeas sobre las que se van a llevar a cabo estas acciones:
CALDES DE MONTBUI (España)
Caldes de Montbui posee una gran tradición de agua termal, con la Fuente del Lleó, las Termas Romanas y los balnearios como iconos principales. El agua de la Fuente del Lleó brota a una temperatura de 74 °C, la más alta de la península Ibérica. Esto, unido a la riqueza de minerales que contiene por sus más de 10.000 años, la convierten en un auténtico tesoro. Esta agua milenaria es la que llena las piscinas de los dos centros termales del municipio: el Espai CEL y el Balneario Clásico.
OURENSE (España)
Ourense es famosa por sus aguas: las que llevan sus ríos —el Miño, el Loña, el Barbaña— y, por supuesto, las aguas termales mineromedicinales de sus manantiales.
Bajo la ciudad discurre un océano formado en las profundidades de la tierra: agua de lluvia que se almacena en depósitos a más de 1 km de profundidad, y que brota a la cargada de las propiedades de los minerales de la tierra y con temperaturas sorprendentes. Con un caudal de entre 3 y 4 millones de litros al día, Ourense es uno de los puntos de Europa con mayor concentración de aguas termales, registrando también algunos de los manantiales los más calientes.
SÃO PEDRO DO SUL (Portugal)
Las Termas de São Pedro do Sul están situadas en el centro de Portugal y, con más de dos mil años de historia, son el mayor balneario de Portugal y uno de los mayores y mejores de Europa.
Aunque sus aguas termales se conocían muchos siglos antes, el primer balneario no se construyó hasta la dominación romana, entre los reinados de Tiberio (14-37 e.c.) y Calígula (37–41 e.c.). En el siglo XII, el edificio acogió al primer rey portugués, que terminó por otorgarle uno de los fueros portugueses más antiguos. Pero no sería hasta los siglos XIX y XX cuando las termas experimentaron el impulso definitivo con la contrucción de un moderno balnerario.
AUVERGNE (Francia)
Auvergne es una región francesa que cuenta con abundantes manantiales ricos en sales minerales (muchas de estas aguas están comercializadas), así como aguas termales.
La estación termal de La Bourboule, situada en el Puy-de-Dôme, fundada en 1875, después del descubrimiento de las aguas termales, fue un centro turístico muy importante, especialmente alrededor de 1900 cuando, más de 10 000 personas acudían, cada año, a tomar las aguas. Vichy también se desarrolló en torno a sus aguas termales.