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Energía geotérmica

La energía geotérmica es la energía almacenada en forma de calor bajo la superficie del terreno


RECURSOS GEOTÉRMICOS

Los recursos geotérmicos pueden clasificarse en base a su temperatura.
Entre ellos se distinguen:


También llamados recursos geotérmicos de alta temperatura. De ellos se obtienen agua y vapor a muy alta presión y temperatura, por lo que se utilizan preferentemente para generar energía eléctrica. Las centrales geotérmicas en las que se produce electricidad se emplazan habitualmente sobre yacimientos geotérmicos (coincidencia de un acuífero con una zona del terreno que está a alta temperatura), de los que se extrae el agua y el vapor a alta entalpía, que se aprovecha mediante una turbina para generar electricidad. Una vez extraída la energía, el agua se devuelve al yacimiento geotérmico con objeto de asegurar la sostenibilidad y perdurabilidad del mismo. En ocasiones, aunque no exista un acuífero, se puede crear un yacimiento geotérmico inyectando agua en una zona del terreno que esté a alta temperatura, lo que permite aprovechar este recurso geotérmico en muchos lugares donde hasta ahora no era viable, ampliando la explotación de recursos geotérmicos de alta temperatura a áreas geográficas e incluso países en los que no han existido yacimientos geotérmicos convencionales. Esta técnica se denomina geotermia estimulada o sistemas geotérmicos estimulados (EGS, Enhanced Geothermal Systems).

También llamados de media-baja temperatura. Se utilizan directamente para proporcionar calefacción y agua caliente en pueblos y ciudades, además de en balnearios y otras industrias, especialmente en invernaderos y piscifactorías. Asimismo, en algunos casos pueden emplearse para producción eléctrica (haciendo uso de determinadas tecnologías que permiten generar electricidad a partir de recursos geotérmicos de temperaturas inferiores a las comúnmente explotadas).

Son los recursos geotérmicos someros o de muy baja temperatura y aprovechan tanto el calor que se genera bajo la corteza terrestre, como el calor del sol que se absorbe. Se utilizan principalmente para climatizar, es decir, proporcionar calefacción y refrigeración, además de agua caliente a edificios y viviendas. Su funcionamiento se basa en la temperatura del interior del terreno, que se mantiene constante durante todo el año, permitiendo que el intercambio de calor se produzca en condiciones prácticamente estables en todas las estaciones. El circuito de intercambio subterráneo extrae calor del terreno y con una bomba de calor lo trasmite al edificio en invierno, calefactándolo. Por el contrario, en verano el edificio se refrigera al cederse calor al terrero a través del mismo circuito de intercambio. La bomba de calor, al funcionar sin combustión, no produce humos ni contaminación, es segura y requiere muy bajo mantenimiento.

USOS DE LA ENERGÍA GEOTÉRMICA

En función de la aplicación energética que se haga, La energía geotérmica puede clasificarse en dos grandes grupos. Cada una de estas aplicaciones utiliza un tipo de recurso geotérmico diferente:


La energía geotérmica para generación eléctrica o generación eléctrica y térmica en una misma instalación, aprovecha recursos geotérmicos de alta temperatura (superior a los 100 ºC), que en general se encuentran en forma de fluidos subterráneos calientes, para generar electricidad y cogenerar. Estos recursos habitualmente están disponibles en yacimientos geotérmicos profundos, generalmente por debajo de los 1.500 metros. Este tipo de geotermia se conoce como geotermia profunda y también como geotermia de media o alta entalpía.


La energía geotérmica para usos térmicos –calefacción, refrigeración y ACS (agua caliente sanitaria)– puede obtenerse directamente del recurso geotérmico (por ejemplo de un manantial termal) o bien puede obtenerse al aprovechar la diferencia de temperatura existente entre el subsuelo y el ambiente mediante una bomba de calor y un intercambiador de calor enterrado, pudiendo generar calor y frío indistintamente. Utiliza recursos geotérmicos por debajo de 100 ºC, localizados a profundidades de hasta 1.000 metros. Este tipo de geotermia se conoce como geotermia somera, geotermia de baja entalpía en el caso de usos directos y geotermia de muy baja entalpía para el caso de sistemas de intercambio geotérmico.

POTENCIAL GEOTÉRMICO EN ESPAÑA

En España existe un gran potencial de recursos geotérmicos que mediante un desarrollo adecuado del sector puede acercar nuestro país a los niveles de aprovechamiento de otros países europeos. Para ello es fundamental e indispensable que ese desarrollo lleve asociado una importante evolución tecnológica del sector.
Este potencial puede permitir usar esta fuente de energía renovable para la producción de electricidad, para usos industriales y agrícolas y en el sector residencial y de servicios de una forma inagotable, que además reduce nuestra dependencia energética del exterior, reduciendo el consumo de fuentes de energía no renovable, de origen fósil y asegurando un suministro constante de energía sin dependencia de factores externos.


BENEFICIOS DE LA ENERGÍA GEOTÉRMICA

Uno de los mayores beneficios de la energía geotérmica es su carácter gestionable, que permite aportar seguridad de suministro y por lo tanto estabilidad al sistema eléctrico. Además se caracteriza por unos costes de producción discretos, y cuenta con un elevado factor capacidad-producción. La geotermia presenta una oportunidad clara de desarrollo en nuestro país dado el potencial existente. Es posible proporcionar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria (ACS) con el mismo sistema y de manera ininterrumpida: 24 horas al día, 365 días al año.

La climatización de espacios mediante energía geotérmica de baja temperatura tiene un gran potencial en España, con el previsible desarrollo paralelo de una potente industria de captación energética. Se trata de una energía térmica renovable que reduce la demanda eléctrica y cuenta con una gran capacidad de laminación de las puntas del consumo eléctrico.

Los beneficios esperados por la geotermia son los siguientes:

  • Incremento de la aportación de energía renovable con una disminución paralela del consumo de energía primaria.
  • Mejora de la gestionabilidad del sistema.
  • Creación de un sector industrial sostenible de difícil o imposible deslocalización.
  • Reducción de la dependencia energética de combustibles fósiles.
  • Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
  • Mejora de la balanza de pagos.
  • Laminación de puntas de consumo eléctrico asociadas a demandas de climatización.